Las doctrinas se viven, no se enseñan.

Si dejas de comer carne porque crees que es bueno para tu salud, eso esta muy bien. Pero si andas predicándole a toda la gente que comer carne es malo y juzgas a todos los que lo hacen, eso ya es una trampa del ego.

Si tienes una forma de vivir que a ti te a funcionado para encontrar tu camino a la dicha, eso esta muy bien, pero nada ganas con tratar de convencer a todo el mundo de que eso es lo que deben de hacer también, porque eso te da un sentido de superioridad, otra trampa del ego.

Recuerda que el ego siempre opera por la puerta de atrás. Si la doctrina de vida que haz elegido es lo mejor para ti, solamente PRACTÍCALA. La vida es el mejor laboratorio para que pongas en práctica todo lo que te lleve a la paz y la dicha.

Cuando practicas algo en lo que en verdad crees, no necesitas convencer a nadie. Respeta las creencias de los demás y acepta que cada quien tiene su propia manera de ver las cosas y de vivir la vida.